QUESADILLAS
MASA
3 huevos
2 cucharadas margarina
4 tazas harina de trigo
Relleno:
15 yemas de huevo
1 queso crema
4 onzas almidón de papa
1 libra azúcar impalpable
PREPARACIÓN:
Ponga en un tazón los huevos, la margarina y poco a poco la harina hasta
lograr una pasta suave, amásela y déjela reposar. Para el relleno bata
las yemas, añada el azúcar impalpable, almidón de papa y queso, mezcle
bien. Extienda la masa que dejo en reposo la más delgada posible y corte
redondeles de 5cm de diámetro. Coloque en el centro del disco una
bolita de relleno, aplaste un poco y luego doble las orillas hacia
arriba.
Póngalas en el horno a 350•C, hasta que estén apenas doradas, sáquelas y rocíelas con azúcar impalpable.
Póngalas en el horno a 350•C, hasta que estén apenas doradas, sáquelas y rocíelas con azúcar impalpable.
Dulces quiteños.
La gastronomía está llena de tradiciones que se pierden o que se modifican con el paso del tiempo. Las relacionadas a la elaboración de los dulces no son la excepción. Una de ellas es la tradición quiteña que cuenta que hace algunos años, cuando alguien se iba a casar tenía que llevar huevos a las monjas Clarisas. Mientras ellas elaboraban dulces con esos huevos, rezaban para que no llueva durante el matrimonio.
Quesadillas, gatos encerrados, hechos a base de plátano de seda y una mezcla de harina leche y huevos; aplanchados, empanadas de mejido, dulce que se elabora a base de azúcar, queso fresco y huevos; chimborazos, maní con miel de raspadura, espumilla de mora, dulce de higos en arroz de leche, pristiños, dulce de guayaba, dulce de tomate de árbol, torta de maqueño... La lista de dulces tradicionales que le gustan, que ha degustado y que con frecuencia prepara es interminable. Para ella lo más importante al momento de hacer dulces quiteños, es mantener los ingredientes originales. La tecnología es una ayuda -dice ella- porque ha permitido que estos se conserven y a que el tiempo de trabajo que se empleaba en su preparación se reduzca. “Antes para hacer unas quesadillas se necesitaban horas de batido a mano con una cuchara de palo, hasta que la mantequilla se haga cremosa”. Arroyó apuesta a la tecnología como una manera de incentivar a que los jóvenes preparen estos dulces. Sin embargo, cree que la investigación previa siempre será necesaria. Por eso sus paseos al Centro Histórico, para hurgar en el trabajo de los artesanos de estos manjares. Visitar a Manuela Cobo, propietaria de las Quesadillas de San Juan o a Luis Banda, el artesano que elabora las colaciones de la cruz verde, entre otras huecas de dulces quiteños.
BIBLIOGRAFIA.
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